Decálogo: Nosotrxs creemos

1. La menstruación se debe vivir con autonomía y dignidad.  

Sin imposiciones sociales ni estigmatización. No decidimos menstruar, pero sí tenemos derecho a tener las condiciones necesarias para decidir libremente cómo queremos vivir esta experiencia, con respeto a nuestra integridad física, emocional y social.

2. El trabajo en red y el cuidado colectivo es fundamental.

Valoramos el cuidado de las amistades y la comunidad. Creemos necesario el trabajo en red para construir entornos donde todas las personas puedan menstruar con dignidad y respeto. Si unimos esfuerzos, podemos llegar más lejos y lograr un mayor impacto.

3. La menstruación no debe ser reducida a la reproducción.

La menstruación es una experiencia biológica y personal que trasciende la función reproductiva. Las personas no debemos ser definidas por nuestra capacidad de reproducirnos. Somos mucho más que eso, y merecemos vivir nuestras vidas plenamente bajo nuestros propios términos.

4. Es importante el estudio de la menstruación para una mejor comprensión de la experiencia menstruante.  

A través de la recopilación y el estudio de evidencias, podemos identificar las necesidades, desigualdades y desafíos que enfrentan las personas menstruantes, permitiendo el diseño de soluciones más inclusivas, eficientes y sostenibles que respeten la diversidad cultural y se adapten a cada contexto.

5. Menstruar no nos hace “sucias”.

La menstruación es un proceso natural y fisiológico de la mayoría de los cuerpos con útero, por tanto rechazamos la idea de que menstruar nos vuelve “sucias” y que “necesitamos ser higienizadas”. Hablamos de Salud Menstrual, ya que esto implica: acceso a información, recursos, condiciones dignas, y atención médica en un entorno respetuoso, libre de mitos y prejuicios.

6. Hay una diversidad de experiencias y perspectivas menstruantes.

No creemos en las verdades absolutas. Respetamos y promovemos el acceso a información diversa sobre la menstruación, permitiendo que las personas tomen decisiones conscientes y activas sobre su cuerpo, siempre con base en su dignidad y autonomía.

7. La aceptación de la menstruación sin romantizar.

Mucho del asco y la culpa que se vive por menstruar son ideas impuestas por la sociedad. No buscamos imponer la idea de amar la menstruación. Queremos brindar la información necesaria para que cada persona pueda decidir qué significa menstruar dignamente, adaptándose a sus propias creencias, valores y contexto. 

8. La menstruación es un proceso integral influenciado por muchos factores.

Reconocemos que la menstruación es un proceso biológico que no se vive de manera aislada, sino que está influenciada por factores sociales, culturales, económicos, políticos, emocionales y de salud. Por ello, es importante reconocer las múltiples dimensiones que afectan la experiencia menstrual.

9. Valorizamos los saberes ancestrales y culturales

No despreciamos los conocimientos de las abuelas, madres y comunidades; al contrario, los valoramos profundamente. Creemos en la importancia de integrar los saberes ancestrales para que resuenen con las necesidades actuales, promoviendo una menstruación digna para toda persona menstruante.

10. Tenemos el poder de decidir y transformar nuestra experiencia menstrual 

Cada persona tiene el derecho de tomar lo que le funciona en términos de su dignidad. Rechazamos lo que no se suscribe a nuestra autonomía y respeto por nuestro cuerpo. La menstruación es una experiencia personal y colectiva que puede transformarse, tomando decisiones informadas y conscientes.